Hay una amplia variedad de quesos que se pueden maridar con vinos, y la elección dependerá del tipo de queso y tus preferencias personales. Aquí tienes algunas sugerencias de maridajes clásicos de quesos y vinos:

1. Queso Manchego con Tempranillo: El queso Manchego, un queso español de oveja, tiene un sabor intenso y ligeramente salado. Combina muy bien con vinos tintos españoles, especialmente un Tempranillo de la región de Rioja. El Tempranillo complementa los sabores terrosos y de frutas maduras del queso.
2. Queso Brie con Chardonnay: El queso Brie, con su textura cremosa y sabor suave y untuoso, combina muy bien con vinos blancos como el Chardonnay. El Chardonnay con cuerpo y bien equilibrado aporta notas de frutas tropicales y mantequilla que se complementan con la suavidad del queso Brie.
3. Queso Roquefort con Sauternes: El queso Roquefort es un queso azul francés con un sabor potente y salado. Se marida muy bien con vinos dulces y fortificados como el Sauternes, un vino blanco francés dulce elaborado con uvas botrytizadas. La combinación del queso azul y el vino dulce crea un equilibrio entre los sabores intensos y las notas afrutadas.
4. Queso Parmigiano-Reggiano con Sangiovese: El queso Parmigiano-Reggiano, un queso italiano de sabor intenso y salado, se complementa bien con vinos tintos italianos como el Sangiovese. El Sangiovese, con sus notas de cereza y especias, equilibra la salinidad del queso y realza sus sabores.
5. Queso Gouda con Cabernet Sauvignon: El queso Gouda, un queso holandés de sabor suave y dulce, marida bien con vinos tintos robustos como el Cabernet Sauvignon. El Cabernet Sauvignon con sus notas de frutas negras y estructura tánica complementa la textura y los sabores cremosos del queso Gouda.

Estas son solo algunas sugerencias, pero hay muchas combinaciones posibles de quesos y vinos. Recuerda que el maridaje es en gran medida una cuestión de preferencia personal, así que no dudes en experimentar y probar diferentes combinaciones para descubrir tus maridajes favoritos.